Hace 10 años que mi mamá falleció, su cuerpo nunca más estuvo conmigo, ni sus caricias, ni sus palabras…ni lo que sentía al estar con ella…esa delicada y dulce sensación de que nada malo podría pasar, de que su regazo era un puerto seguro donde arribar…
Ahora, se encuentra mi cuerpo frente a la tecnología y sólo quisiera abrazarla y sentir esa paz indescriptible que emanaba de ella…