Nube 1

Crepúsculo infinito
Que cuelga y golpea
Sentires grises y rosáceos
mariposas tendidas hacia un horizonte activo
Nubes fugadas y fugaces, avanzan sobre mi cabeza
a un infinito permanente, etéreas, compuestas y complejas
Alejándose hacia el encuentro inminente

Vapores que humedecen mis certezas
Gotas, partículas unidas
Desvanecimiento perpetuo de entes que traspasan, tenuemente
todo aquello que tocan

Luz que engendra,
Solidificación de tu presencia

Evidenciando tus pasos,
no has desaparecido
Tu, siempre te quedas, con tus manos suaves y diligentes
Legado que guardo de tu testimonio

No has desaparecido…
Llegas al límite y transmutas hasta la eternidad…

Reposar

Reposar sobre tus ancas, como si fueras una luna llena que mece mi corporalidad
Acurrucada, me cantas al oído y con tu mano acaricias la curvatura de mis ojos
Dejarse llevar por ese sosiego impenetrable que me provocan tus palabras,
que como miel lamen una boca tuya. Abierta
a la espera de cada una de tus silabas...

Dormir

Nada mejor que compartir un saco, acariciar con todo el cuerpo un otro forastero.
Extraño, solitario, una vasta llanura a explorar con los dedos, el aliento y la boca. Incrustada a una piel nostálgica como olvidada, comenzado por gemidos cortos que buscan respuesta, al mismo tiempo que avanza impetuosamente surcando con los dedos el contorno sinuoso, que, cual monte sacro invita a pecar.
Homenajeando a los pioneros montañistas, se prepara a ascender ese límite que encierra todo lo que ella desea; una aventura, un escondite provisorio que como guarida en temporal, la aloje seca y tibia...
Despierta con una sonrisa que cubre un rostro complacido...

En la consulta

Gestos, gestos han pasado
Caminares seudosensuales he visto
hormonas se revelan
Se nace en un cuerpo
Nunca sabrá que habitó
unos ruidos te condenan,
unos olores te delatan
Y unas vísceras te encarcelan…

Semda

Marquetera será la ilustre señora que te tiro de las patas, no hablemos en ironías cansa, recansa los sentidos…tanto y tanto fulgurante discurso
Hablemos en serio, ¿qué queremos hacer?, Te lo digo, te lo dije, escribo, siento y escribo.
Una elevada idea que sube por los aires y que vuela, ahí me encuentro. De la idea que brota como vómitos nocturnos, del suelo no sé que decir…esto no trasciende ni una hoja, de qué relevancia hablamos, de qué legitimidad?. Bueno, quizás eso no importa y mi ficha se desliza por manos trémulas…
¿Cuántos sabrán de mí en este instante, oculta he de quedar entre diagnósticos, cuántos me verán?, ¿A cuántos podré ver?…Pocos son los que mantiene la mirada, las resistencias son muchas y los temores se entrecruzan una vez más.
A acuerdos inconclusos llegamos nuevamente. Ni tu ni yo lo haremos, somos como dos hormigas, una optimistamente aferrada a risas y sarcasmos y otra que llora, gime y reclama agónica espera…
¡ Hagamos algo!
Escucha hombre, te lo digo,
pueden caer todos lo velos.
Sonríes,
sé que sonríes. Pelucas añosas y palillosos olores te acompañan.
Hagamos una fiesta en tu memoria, de tu reinado se sabrá
te nombraran caballero de la fama
no los dejes escapar
Las ideas tienen noción de pájaro
Y si no té queda una qué harás?
No!, no la llames, le cortaron el teléfono
Claro que con la tecnología, el implante es posible –del pelo hablamos-, del pelo social. Instruimos telecablientos argumentos.
Las disculpas y los resentimientos ya no son oportunos, desgastamos los cartuchos
Asumamos
El futuro puede jugarnos una mala pasada
Se caen los muros, no se caerán los cabellos?
Háblame de ti, parece que mucho ya he dicho sobre mí, salud por eso
Manda fruta
¡Ah!, y no te olvides de los anovulatorios...

Im Posible

Im Posible


Alto como poste de luz.
Sus ojos traspasaban la existencial fragilidad de Sonia.
Esa infranqueable prohibición alimentaba sus fantasías.
No pasearían por la plaza, repudiados por el mundo.
Cualquier intensión de explícitarlo sería desvastada.
Esa sensación
Esa inexpugnable certeza.
En alguna parte de ese vertical cuerpo.
Anidaba una sonrisa diferente, sólo para ella.
Lo visitaba en el escenario iconoclasta de su quehacer.
Como paloma alzaba sus manos.
Casi podían tocar el cielo.
Ese hombre.
Dudaba, no podía ser.
Reclinaba su cabeza.
Consagrado a sus hermanos.
En ensoñaciones alcanzaba la punta de sus aspiraciones.
Malogrado ese amor puro.
Partía en la noche corriendo tras sus pasos.
Una pisada suya, dos de él.
Entraba por su boca y nadaba hasta la punta del zapato.
Y sucedía.
Convertida en otra.
Una invitación a participar y devorado era.
Aunque sus bocas nunca habían cercenado el infinito.
Había sido con él.

Voraz

Resina, mustia, seca
dulce herbívora truculenta
repleta de dobleces y carcajadas

Lames años venideros
Indecente, obstinada, provocando
con tus alocados racimos
pasajeros, incrédulos, inquietos

Escupes palabras encendidas
obcecada, lúdica, asesina
Mareada, incrédula, respiras

Y nadas por surcos vertiginosos
Aletargando cada sílaba, en busca de la respuesta
Que finalmente
Sacie tu hambre voraz