viernes, abril 22, 2005

Reposar

Reposar sobre tus ancas, como si fueras una luna llena que mece mi corporalidad
Acurrucada, me cantas al oído y con tu mano acaricias la curvatura de mis ojos
Dejarse llevar por ese sosiego impenetrable que me provocan tus palabras,
que como miel lamen una boca tuya. Abierta
a la espera de cada una de tus silabas...

2 comentarios:

Cpunto dijo...

viste como me dejo llevar, eran las ancas de Barril un día nublado, un café y después lechugas en el huerto, y Quilanto tan hermoso y yo decía, la curvatura de mis ojos y él repasaba sus ojos en mis palabras, una y otra vez,

beso
C.

Ángel mutante dijo...

Leído. Timbrado. Sacramentado.
Besitos desleídos.
Chaoooo.