Semda

Marquetera será la ilustre señora que te tiro de las patas, no hablemos en ironías cansa, recansa los sentidos…tanto y tanto fulgurante discurso
Hablemos en serio, ¿qué queremos hacer?, Te lo digo, te lo dije, escribo, siento y escribo.
Una elevada idea que sube por los aires y que vuela, ahí me encuentro. De la idea que brota como vómitos nocturnos, del suelo no sé que decir…esto no trasciende ni una hoja, de qué relevancia hablamos, de qué legitimidad?. Bueno, quizás eso no importa y mi ficha se desliza por manos trémulas…
¿Cuántos sabrán de mí en este instante, oculta he de quedar entre diagnósticos, cuántos me verán?, ¿A cuántos podré ver?…Pocos son los que mantiene la mirada, las resistencias son muchas y los temores se entrecruzan una vez más.
A acuerdos inconclusos llegamos nuevamente. Ni tu ni yo lo haremos, somos como dos hormigas, una optimistamente aferrada a risas y sarcasmos y otra que llora, gime y reclama agónica espera…
¡ Hagamos algo!
Escucha hombre, te lo digo,
pueden caer todos lo velos.
Sonríes,
sé que sonríes. Pelucas añosas y palillosos olores te acompañan.
Hagamos una fiesta en tu memoria, de tu reinado se sabrá
te nombraran caballero de la fama
no los dejes escapar
Las ideas tienen noción de pájaro
Y si no té queda una qué harás?
No!, no la llames, le cortaron el teléfono
Claro que con la tecnología, el implante es posible –del pelo hablamos-, del pelo social. Instruimos telecablientos argumentos.
Las disculpas y los resentimientos ya no son oportunos, desgastamos los cartuchos
Asumamos
El futuro puede jugarnos una mala pasada
Se caen los muros, no se caerán los cabellos?
Háblame de ti, parece que mucho ya he dicho sobre mí, salud por eso
Manda fruta
¡Ah!, y no te olvides de los anovulatorios...