sábado, diciembre 02, 2006
Constantino Cavafis
LA CIUDAD
Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".
Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes-
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.
Leí algo de este poeta y fue como amor a primera lectura
lunes, septiembre 25, 2006
Su Cuello
Abrí la puerta suavemente, dejé mi chaqueta sobre el colgador de la entrada y lo ví, suave, ligero, relajado. Me saqué las botas, no quería interrumpir la escena. Lenta y directamente, fuí hacia él, su departamento invitaba ropa liviana, me saqué el pañuelo, que como siempre protege mi cuello. Dí dos pasos en punta de pie, una gota comenzó a recorrerme la espalda, a un metro de él, observé cada detalle, sus cabellos rubios y revueltos, sus manos grandes, el cigarrillo en la boca, ese enorme cuerpo que esperaba, me esperaba.
Despacio y sin querer perder un minuto de aquel paraíso urbano, me acerqué sigilosamente, como lista para atacar a mi “enemigo”, a dos paso de él, desabotone mi blusa, era la tercera línea delgada de sudor, que bajaba desde mi cuello a mis nalgas. Como quien va a tomar una fruta prohibida, incliné mi cuerpo hacia el suyo y deslicé mi lengua desde el inicio de su cuello por medio de esa manzana poderosa hasta el comienzo de su barbilla, de ahí continué con mi lengua dulcemente hasta las comisuras de sus labios, ahí con mi mano derecha tomé el cigarro, aspiré profundo, incliné mi cuerpo hacia atrás y dejé que las volutas recorrieran el ambiente, como una especie de iniciación ritual. Luego, derecho a su boca, carnosa, semiabierta, y con suaves mordiscos recorrí ese enjambre abierto sólo para mi, su lengua rozó mi lengua y a un beso dócil continúo, le siguió otro más ardiente y otro excitado y otro y otro… hasta que me levantó como una pluma y me llevó a su cama, lista para el encuentro, en aquel paraíso urbano…
Despacio y sin querer perder un minuto de aquel paraíso urbano, me acerqué sigilosamente, como lista para atacar a mi “enemigo”, a dos paso de él, desabotone mi blusa, era la tercera línea delgada de sudor, que bajaba desde mi cuello a mis nalgas. Como quien va a tomar una fruta prohibida, incliné mi cuerpo hacia el suyo y deslicé mi lengua desde el inicio de su cuello por medio de esa manzana poderosa hasta el comienzo de su barbilla, de ahí continué con mi lengua dulcemente hasta las comisuras de sus labios, ahí con mi mano derecha tomé el cigarro, aspiré profundo, incliné mi cuerpo hacia atrás y dejé que las volutas recorrieran el ambiente, como una especie de iniciación ritual. Luego, derecho a su boca, carnosa, semiabierta, y con suaves mordiscos recorrí ese enjambre abierto sólo para mi, su lengua rozó mi lengua y a un beso dócil continúo, le siguió otro más ardiente y otro excitado y otro y otro… hasta que me levantó como una pluma y me llevó a su cama, lista para el encuentro, en aquel paraíso urbano…
domingo, septiembre 10, 2006
Autoretrato 1
La muerte imaginativa sólo engendra más expectativas
ya que transculto el sentido
pretende convertir el sueño en acto
la mano que apunta en soga que aprieta
Los pensamientos se evaden
mi cabeza parece estallar
los finales ya están listos
y pretenden transgredir la mano
Soñé que fuertemente gritaba
las personas huían
Con decisión levante mi sonrisa
y el vapor me condujo a la abstinencia
del pensamiento…
ya que transculto el sentido
pretende convertir el sueño en acto
la mano que apunta en soga que aprieta
Los pensamientos se evaden
mi cabeza parece estallar
los finales ya están listos
y pretenden transgredir la mano
Soñé que fuertemente gritaba
las personas huían
Con decisión levante mi sonrisa
y el vapor me condujo a la abstinencia
del pensamiento…
lunes, septiembre 04, 2006
André Jarlán
Hoy, hace 22 años fue asesinado el padre André Jarlán.
Ayer fui a la población La Victoria, en medio de la calle, entre Unidad Popular y Galo González, un escenario en donde concelebraban una misa pastores memorables, como Pierre Dubois, Alfonso Baeza, Bernardino Piñera y otros que no conozco, pero que traspasan esa especie de mansedumbre, paz y alegría, tan necesaria en estos días. A los costados una muchedumbre acompañaba al padre André. Fue un rito profundo, sencillo, lleno de vida y emoción.
Al terminar la ceremonia, fuimos a su casa, entramos a su pieza, esta casi todo como aquel día.
Aquí mi corazón se queda en silencio y pienso que la vida es tan magnífica y tan horrenda. Su recuerdo es tan fuerte y es terrible, lo que paso ahí.
En medio de esa tarde, de ese rito, de esa pieza, de esa emoción, irrumpió de golpe, el sentido, ese sentido que se pierde en este mundo actual, en donde las noticias ocupan largos minutos en el conflicto del barrio el golf o de los problemas del mago Jiménez para fichar en Italia…
A esta hora debe haber una velatón en la calle Ranquil, desde aquí los acompaño…
Gracias padre André, gracias población La Victoria
domingo, agosto 27, 2006
Genio
Aunque no me lo prometió, dijo que me destrozaría. Él 1.85, y lo decía en serio, yo 1.50, sonreía y hacía exageraciones de sus dotes amatorias y la posibilidad de enseñanza, que no sólo en sus brazos podría alcanzar. Un lenguaje directo, y de alguna manera, vigoroso para mis oídos. Anunció, algo así de acariciar mi derrière con su lengua. Casi le corto, claro, pero no podía dejarlo con ese fuego adentro, pobrecillo, un volcán a punto de explotar. Hablamos del café, le señalé mi predilección por el café cortado, y él dijo que le encantaba, por eso de acabar, "¿qué?", le pregunté cándida, "acabar sobre tus pechos o tu cara", respondió el malintencionado y, yo ahí, en medio de esas llamas, intentando ser una dama, receptiva y empática, pretendiendo entender su deseo carnal tan desarrollado. Él, se reía de mis buenas intenciones, y ahora creo, quería seducirme, hacerme suya y destruirme en el acto…
lunes, agosto 21, 2006
Loba
La loba tiene largos períodos de gestación, parece a veces una elefante. Cuando era cachorra soñó con tener una gran camada, pero sus partos son difíciles y no logra traer al mundo uno que otro cahorro por mes. Esto no tiene que ver sólo con su fecundidad o la potencia de los machos, lo que pasa, es que deben existir ciertas circunstancias para que ella logre concebir una nueva vida. La posición de las estrellas, la cantidad de luz y la luna, son imprescindibles; además, debe sentir un cosquilleo en la panza, algo como maripositas, que revolotean por sus palabras…
lunes, agosto 14, 2006
Manos
sábado, agosto 12, 2006
Un niñ@ nos mira
Jaime Huenún
Un niño sale del polvo. El niño está muerto.
Los cedros respiran el alma del niño. La venganza de Yavéh, la furia de Yavéh
en las raíces del cedro. Gira la estrella de David como una sierra de almas
sobre las piedras del Líbano. Saltan lejos las manos, las risas, las piernas infantiles en la Noche de Petróleo de los Inocentes.
El prestigio de la muerte en los desiertos de Dios
hace subir los índices
en la bolsa de valores de los infiernos del mundo.
La venganza de Yavéh derrumba los muros
sobre las madres moribundas, sobre sus sangrantes hijos.
Pongan los ojos de los niños de Canaá en los inmaculados dólares del Árbol de la Vida.
Pongan los dedos de los niños de Canaá en el lanzamisiles
que apunta al Paraíso.
Mehdi Hashem, seis años, Hussein al Mohamed, doce años, Abbas al Shalhoub, un año.
37 nombres sin patria y sin amor envueltos en plásticos y alfombras sobre el suelo ardiente de Mahoma.
37 cuerpos más para subir el nivel del crudo en las altas y eficientes refinerías del Progreso.
He aquí la diplomacia de la muerte de los perfumados y gentiles Señores del Terror.
He aquí la indiferencia como un whisky en las rocas en la Cumbre Todopoderosa de los Presidentes.
Inchalam susurra el demonio de la guerra en el Muro de los Lamentos.
Pongan las manos de los niños de Canaá
sobre el pecho aún tibio de sus madres muertas.
Ante los últimos acontecimientos, las palabras del poeta Jaime Huenún, sólo dejan espacio para la reflexión activa.
jueves, agosto 10, 2006
Luna Negra
Quisiera volar muy lejos de los espacios de la economía 1, saltar los árboles y sumergirme en el tibio pasto que cubre tu piel. Sentirte mío y ajeno a los bocinazos del mundo.
Saturar tus sentidos con mi angustia de silencios callados y en la respiración agitada de tu temperamento, cubrirte de suaves soles y regocijarme en la luna negra de cada día…
miércoles, junio 28, 2006
Muerte On line
Mira fijamente la pantalla, y nada, parece que se fue, se disipo como las volutas del humo del cigarro que su padre recorría con los ojos. No tuvo tiempo para compartir un par de palabras con Amelia, no quiso amargar sus días. Posiblemente ella lo agoto, con tantas preguntas, de dónde eres, qué haces, estás ocupado, fumas, te gustan los niños, cuantos quieres tener, un bombardeo de interrogantes. Quería saber, cómo le gustaba el café, cargado, con leche, con galletas o quizás lo salado era su devoción, y viajaba a escenas domésticas en donde le preparaba suculentos platos caseros como los que le preparaba su mamá a su papá. Y ahí se quedaba estática en frente del monitor de sueños. Él divagaba y no sabía como sutilmente sacársela de encima, sentía pena, había olfateado su angustia por aferrase desesperadamente a alguien.
Al morir su madre, se había abocada apasionadamente al cuidado de su padre. Y él cansado había abandonado la tierra hacía días.
Luego de reacomodar la casa, y guardar en cajas los recuerdos ya no había más que hacer. El lugar se hacía insoportable, el silencio se colaba en cada uno de los minutos de sus invariables días. Un sábado, sus ojos se volvieron a el como una sentencia anunciada, al alcance de su mano, vio en el computador una posibilidad, y se puso de cabeza a buscar alguien con quien compartir su soledad. Cada mañana como un ritual, encendía el computador e ingresaba a cuanta página para conocer gente llegaba a sus manos. Y él, la había conquistado, esa forma sutil de contestar sus preguntas, de reptar entre respuestas amables y esquivas, esa sensación de poder atrapar un pez con las manos.
Ese día, le había hecho la pregunta feroz, quería verlo, conocerlo, abrazarlo, y se lanzo a la aventura esperando una respuesta positiva, pero nada, el computador no emitió ningún sonido. Permaneció horas frente a la pantalla, era como una estatua inquieta. Se conecto temprano a la mañana siguiente, pero nada, había desaparecido, su cara estaba imperturbable, como no creyendo lo que sus ojos veían, las letras de él se habían desvanecido del monitor. En un gesto desesperado con su mano derecha apretaba el mouse intentando atraparlo para traerlo de vuelta a su vida, a sus ilusiones domesticas, a ella…
miércoles, abril 19, 2006
Silencio
Lo mira preguntándose qué pasa? qué paso?
El tiempo devorador de sueños ha dejado su marca indeleble, tenue, invisible.
Arrebatando las ganas como en una letanía, sus cuerpos se topan pero no se reconocen,
las palabras ya no se dicen y el silencio ocupa todos los rincones de la casa.
Los ojos de ella se tornan cada día más tristes y
él del otro lado de la cama dice
“sólo quiero estar tranquilo”....
viernes, marzo 24, 2006
En estos días
Oscuridad hermosa
Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.
Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centellante.
Corriste por mi casa de madera,
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera tan terrible, tan hermosa
que todo cuento existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.
Hay una canción de Silvio Rodriguez que habla de esos días tenues, lugubres que pueden durar años y de repente a la vuelta de la esquina, a veces los grandes nos iluminan, gracias Gonzalo Rojas por tus palabras, refugio permanente y seguro...
Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.
Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centellante.
Corriste por mi casa de madera,
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera tan terrible, tan hermosa
que todo cuento existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.
Hay una canción de Silvio Rodriguez que habla de esos días tenues, lugubres que pueden durar años y de repente a la vuelta de la esquina, a veces los grandes nos iluminan, gracias Gonzalo Rojas por tus palabras, refugio permanente y seguro...
jueves, marzo 23, 2006
martes, febrero 21, 2006
A propósito de las expectativas
Caminaba hoy muy temprano y mis pasos se dirigieron a un ciber, me halago ver los comentarios, gracias a tod@s...
Los sueños, se quedan guardados a la espera de un futuro más posible, hoy las hojas llueven y el manantial formado de recuerdos y melancolías, tiene a la loba a medio sucumbir. Como en arena movediza no quiere hacer ningún movimiento que la ponga en riesgo…esta paralizada y en este momento quiere sentirse como un monje tibetano y pensar y concentrarse mucho para salir volando purificada de esa fangosa experiencia de realidad…
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